a) Pórtico de la Gloria
El Pórtico de la Gloria es el ejemplo más perfecto del románico de transición al gótico. Es una portada triple, símbolo de la Trinidad. La puerta central tiene un tímpano dominado por un Cristo monumental que enseña las llagas como indica el Apocalipsis. A su lado, hay ángeles con instrumentos de la pasión; en la arquivolta, los ancianos del Apocalipsis, y en las jambas, los profetas. La portada, que aún conserva restos de policromía, expresa triunfo y la Gloria de los bienaventurados. En el parteluz, está esculpido el apóstol Santiago con una cartela que dice: Missit me Dominus (el Señor me ha enviado). Junto con el monumental Cristo del tímpano es la figura más hierática (característica del románico) de todo el conjunto. En cambio, las esculturas de los apóstoles y profetas se mueven, giran las cabezas y han perdido el hieratismo anterior; sonríen y poseen un naturalismo que presagia la escultura gótica. El interés por el mundo, que caracteriza la época, se observa tan bien en el realismo con que están representados los instrumentos que aparecen en la arquivolta (catálogo de instrumentos musicales de la Edad Media).
Conocemos el nombre del autor, maestro Mateo. La firma del autor sustituyó al trabajo anónimo. Es el paso del artesano al artista y la transición del románico al gótico.
El maestro Mateo era arquitecto y escultor. Fue formado en Ávila y conocía las técnicas de construcción empleadas en edificios franceses. Fue el autor del Pórtico de la Gloria, de la Cripta y del Triforio del piso superior. El maestro Mateo marcó el final del románico iniciando la transición al gótico.
El Pórtico de la Gloria es el ejemplo más perfecto del románico de transición al gótico. Es una portada triple, símbolo de la Trinidad. La puerta central tiene un tímpano dominado por un Cristo monumental que enseña las llagas como indica el Apocalipsis. A su lado, hay ángeles con instrumentos de la pasión; en la arquivolta, los ancianos del Apocalipsis, y en las jambas, los profetas. La portada, que aún conserva restos de policromía, expresa triunfo y la Gloria de los bienaventurados. En el parteluz, está esculpido el apóstol Santiago con una cartela que dice: Missit me Dominus (el Señor me ha enviado). Junto con el monumental Cristo del tímpano es la figura más hierática (característica del románico) de todo el conjunto. En cambio, las esculturas de los apóstoles y profetas se mueven, giran las cabezas y han perdido el hieratismo anterior; sonríen y poseen un naturalismo que presagia la escultura gótica. El interés por el mundo, que caracteriza la época, se observa tan bien en el realismo con que están representados los instrumentos que aparecen en la arquivolta (catálogo de instrumentos musicales de la Edad Media).
Conocemos el nombre del autor, maestro Mateo. La firma del autor sustituyó al trabajo anónimo. Es el paso del artesano al artista y la transición del románico al gótico.
El maestro Mateo era arquitecto y escultor. Fue formado en Ávila y conocía las técnicas de construcción empleadas en edificios franceses. Fue el autor del Pórtico de la Gloria, de la Cripta y del Triforio del piso superior. El maestro Mateo marcó el final del románico iniciando la transición al gótico.
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