diumenge, 21 de març del 2010

Miguel Angel

También Miguel Ángel demostró ser un pintor excepcional. Julio II le encarga las bóvedas de la Capilla Sixtina. Miguel Ángel comienza una ardua labor en soledad que le llevará cuatro años. Más tarde, en 1536 se le encargará la decoración del muro frontal de esta misma capilla, en el que plasmará su famoso Juicio Final.

Bóvedas de la Capilla Sixtina


Esta capilla ya constaba con una decoración en sus paredes laterales, en las que se narraban dos ciclos religiosos: La Historia desde Moisés hasta Cristo (Sub lege) y la Historia a partir de Cristo (Sub Gratia). Entiende Miguel Ángel que le faltaba para completar el ciclo narrativo la historia desde la Creación a la vida de Moisés (Ante legem). Ése es por tanto el tema que va a desarrollar en cada uno de los tramos de las bóvedas y en los lunetos de la Capilla Sixtina.
La dificultad era pintar al fresco unas bóvedas tan elevadas, que le obligó a pintar tumbado sobre un andamio.
Plásticamente encontramos figuras enormes, poderosas, vigorosas, trabajadas con formas escultóricas, reflejo exacto de la terribilitá. Sus posturas son forzadas, retorcidas, desequilibradas, que adelantan el lenguaje barroco. Es una tensión propia del manierismo que se concentra en los centímetros que separan los dedos del Creador y de Adán en el instante previo de insuflar la vida al cuerpo exangüe de Adán.
También el color es manierista. Si el clasicismo pleno pintaba con colores suaves, el Manierismo pretende lo contrario: colores fuertes y chillones que agudicen la sensación de escándalo y zozobra, con contraste entre colores fríos y cálidos.
La luz también presenta bruscos y violentos contrastes que da como resultado composiciones movidas y agitadas.
La bóveda se divide en casetones, destacando el rectángulo central donde se desarrolla el tema de la creación de Adán.
Miguel ángel exigió libertad absoluta y que nadie controlara su trabajo, lo que exasperaba al papa Julio II. La apertura de la sala fue un gran acontecimiento y motivo de escándalo. La obra de Miguel Ángel era el triunfo de la carne, la materia, la fuerza, la vitalidad. Se le sugirió que tapara algunos cuerpos, a lo que el pintor se negó. Tarea que realizó Volterra, que ha pasado a la historia con el apodo de “Il Braguetone”. La obra se completa con el muro frontal, donde se desarrolla el tema del juicio final.

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