dissabte, 20 de març del 2010

Rafael

RAFAEL
En la obra de Vasari Rafael se presenta como uno de los artistas más queridos de su época. Su personalidad amable, conciliadora, y su pintura de gran religiosidad y piedad (madonas) le convierten en un personaje popular de la Roma del cinquecento.
Formado en los talleres de Perugino una de sus primeras obras en homenaje a su maestro es Los desposorios de la Virgen. Estuvo influenciado por Piero della Francesca, Leonardo y Miguel Ángel, quien siempre lo acusó de no arriesgar.
En 1508 abandonó Florencia y se trasladó a Roma, llamado a participar en la decoración de algunas nuevas estancias de Julio II y en concreto . Allí realiza el famosísimo fresco de La Escuela de Atenas o El incendio del Borgo.
También adquiere prestigio como retratista, género que sin duda renueva por completo siendo personal e innovador y con unas obras de gran penetración psicológica.
Por último comienza una trepidante actividad como arquitecto que durará hasta su temprana muerte.
Estos años bastaron no obstante para adquirir fama universal y que llegara a ser llamada el divino. Rafael, expresión máxima del ideal humanista, se le ha considerado también el mejor ejemplo del equilibrio clásico del Cinquecento, de la medida, de la belleza ideal, de la simetría axial, de la claridad compositiva, el encanto colorista y la luminosidad diáfana. Se le ha considerado como un artista cuya mayor virtud consistió en asimilar a la perfección lo mejor de los grandes maestros.
En su obra podemos distinguir dos etapas:

1- Etapa más clásica, contenida, equilibrada (madonas, Virgen del Jilguero).
2- Etapa más libre, arriesgada (Escuela de Atenas, El incendio del Borgo).

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada